Aborda el conflicto desde una perspectiva en que cada parte intentará resolverlo a su favor, sacar provecho de la situación y salir beneficiada, todo ello a expensas del perjuicio que ocasione a la otra parte. Es obvio que esta estrategia está basada en la más pura y total competencia. En el marco de esta estrategia pueden establecerse las premisas siguientes:
1. Las partes del conflicto o sus negociadores se hacen “los duros” con las otras personas y con los asuntos que negocian.
2. No existe confianza mutua.
3. Se basa en los principios de negociar desde “mi posición”.
4. La vía del acuerdo es a través de la presión.
5. Cada parte se propone, por separado, sólo ganar y que el otro salga vencido.
En este tipo de estrategia aquello que una parte gana es precisamente lo que la otra pierde. Es sabido que se alcanzan resultados utilizando esta estrategia. Sin embargo, es obvio que como consecuencia de su utilización las relaciones entre las partes dejan de existir.
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