Concepción del desarrollo humano
En el hombre hay una predominancia natural de cada sistema constitutivo según la etapa de desarrollo evolutivo en que se encuentre. En este sentido, las tendencias de actuación varían, y los conflictos tienen manifestaciones diferentes, dependiendo del momento de desarrollo en que se encuentren las personas involucradas.
Los conflictos surgen entre los seres humanos y sus almas. La base de todos los conflictos es la imperfección del alma. Precisamente en nuestros días el alma humana pasa por una vehemente situación de crisis. Las responsabilidades que hoy la humanidad comparte como un todo son tan grandes, que la mayoría no logran dominarlas. Esta es la razón por la que los conflictos humanos y los trastornos psíquicos van en un aumento progresivo imparable, asociados a un debilitamiento volitivo general como fenómeno de nuestro tiempo, lo que demuestra que como persona no resulta fácil el gobierno de la propia vida. De allí, la importancia de comprender el desarrollo humano en general y del alma.
Varias clasificaciones y etapas del desarrollo humano postuladas por diferentes autores, a pesar de las diferencias, coinciden en momentos y manifestaciones específicas. Estas clasificaciones aunque acertadas, son incompletas y les falta un enfoque sintético que evidencie como esos puntos de vista se conjugan en una unidad superior. (“Etapas evolutivas del niño” Bernard Lievegoed, pag 19).
Desde la perspectiva antroposófica (desarrollada por Rudolf Steiner), estas etapas no están dadas arbitrariamente, sino que parten del tiempo, que demoran los miembros en hacer su metamorfosis. Aproximadamente, cada serie de siete años (llamadas septenios) se producen transformaciones.
Recuperado: https://www.unincca.edu.co/permanencia/resolucionconflictos/conflicto.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario